María de Los Angeles Vera, con 27 años, es graduada como relacionista industrial en Urbe. Emigró en 2017 y hoy destaca en la Universidad de Los Andes por sus calificaciones.
¡Es Venezuela! Con el tricolor en las manos, María de Los Ángeles Vera Romano, marabina de 27 años y relacionista industrial, recibió un diploma de Mérito Académico 2023 como la mejor estudiante de su generación en Psicología de la Universidad de los Andes, en la Región Metropolitana de Santiago. Su historia es un testimonio de fe.
Vera migró en febrero de 2017 tras graduarse en Urbe. Viajó 9 días por tierra. Se retrasó dos por inundaciones en Perú. “Yo me lo disfruté. Era como un mochileo repotenciado y cargando la vida en unos pocos bolsos y maletas. No se si fue porque tiendo a ser muy optimista, pero solo pensaba: ‘Esta va a ser una muy buena anécdota para contar a mis nietos si llego a ser abuela”, detalla.
Al llegar laboró como garzona en Vitacura. También como recepcionista, vendedora, reclutadora de personal, ejecutiva de banca y hoy destaca como estudiante del 3er año de Psicología, carrera que se costea como chofer de Uber.
Fue en pandemia cuando hizo click luego de un proceso reflexivo. “Fui de esas personas a las que la pandemia y ver tanta mortandad le generó un profundo proceso reflexivo. Mi trabajo como ejecutiva bancaria no era malo, pero no me llenaba, no era mi vocación. Y me mentalicé en una idea: “La vida es demasiado corta para dedicarte a cosas que no te hagan feliz”
Un año después se topó con la Universidad de Los Andes. “Algo me dijo ¡aquí va a ser!”, recuerda. Y empezó sus estudios. “Decidí hacer Uber, más allá que me encanta conducir”, afirma. Vera asegura que esa experiencia que aún desarrolla como conductora por aplicación le permitió conocer a muchos otros taxistas que como ella lo que buscan es seguir creciendo en lo personal.
Inesperado
Su reconocimiento, por parte de la universidad le resultó inesperado y ella se muestra muy agradecida con la institución por su calidad. La sorpresa se debe a que el 2022 fue sumamente duro y complejo para ella. “Fui víctima de la delincuencia. Me hicieron una encerrona camino a casa de mi expareja, chocaron mi auto. Tuve problemas con el seguro. Perdí amistades y mi herramienta de trabajo. Todo con semestre y pruebas encima, con depresión y ansiedad”, detalla.
María solo le pedía a Dios fuerzas para dar lo mejor.
“Y cuando me llamaron por lo del reconocimiento y la Beca de Honor, estaba incrédula”, apunta. Luego contactó a sus papás y no podía dejar de llorar. “Aprendí que incluso de los peores momentos, donde te sientes más hundido, pueden florecer cosas muy lindas”.
Hoy es ayudante de investigación en el área de Psicología Social y de ramo en la asignatura de Neuropsicología, donde tiene el honor de trabajar con la Dra. Lucía Graterón, directora académica de la Facultad de Psicología, venezolana y fuente de inspiración.
“Siento una enorme vocación por la neuropsicología, especialmente de adulto mayor (…). Todos merecemos vivir una vida digna y feliz, así que, si allí puedo aportar mi granito de arena, feliz de la vida lo haré”, sentencia.
Fuente: VersionFinal.com.ve
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