Venezolano premiado en Colombia: “Para un migrante cubrir migración es hablar de sí mismo”

diciembre 13, 2021

Hablar de sí mismo. En eso se ha convertido el trabajo de Rafael David Sulbarán, un periodista venezolano de 40 años, quien precisamente, el hecho de escribir sobre sus compatriotas y de la crisis que él mismo ha experimentado, lo hizo acreedor del Premio Simón Bolívar, el más importante en materia periodística en Colombia.

Confiesa que ejercer el periodismo en Colombia ha “significado un salto grande”.

“No sólo por el hecho de trabajar en otro país, que ya es un logro importante para un migrante. Colombia, sí, sin parpadear, me ha permitido eso, desarrollarme profesionalmente”, agrega orgulloso este venezolano, que salió de su país en 2017 por la crisis económica.

«Prácticamente huyendo”, dice para referirse a las condiciones en su entrada en Bogotá.

“Ya llega un momento en donde uno no podía comer bien, no podía completar las comidas, teniendo trabajo… ya no podía sencillamente mantener mi hogar”, explica Sulbarán.


Aunque tuvo que sortear el desempleo, en medio la pandemia, en Colombia ha desempañado diferentes cargos como reportero, editor y profesor, y ha trabajado para medios tan reconocidos como Blu Radio, la revista Semana, precisamente el medio que publicó las historias que obtuvieron el galardón, e investigaciones para medios independiente como La Liga contra el Silencio. Actualmente, es productor de audio de Acorde Media, una productora de podcast en Bogotá.

Premio Simón Bolívar: inesperado

Sulbarán confiesa que sabía del premio mientras vivió en Venezuela, pero no tenía detalles de la dimensión del mismo.

“Fue una sorpresa, una sorpresa grande porque no lo esperaba. Digamos que uno hace el trabajo para informar como un servicio público, pero tal vez los premios (…) forman parte de todo el ejercicio (…) Para mí es algo muy importante porque, imagínate, muchos periodistas colombianos sueñan tal vez con este premio y que un migrante lo logre es algo valioso”, reconoce.

Sulbarán fue galardonado por el reportaje “Inocencia desplazada” del especial “Hijos de Migrantes”, el cual muestra la difícil realidad de niños venezolanos que cruzan la frontera de su país y recorren tierras colombianas y de Sudamérica para lograr una mejor calidad de vida.

Según cuenta el periodista, este trabajo nació desde Venezuela, a través de una iniciativa de un medio caraqueño llamado Historias que laten y se unió con El Pitazo, en Venezuela, donde trabajó. Así se empezó a desarrollar una investigación enfocada en la situación de los niños migrantes venezolanos en Colombia.

“Hubo una primera temporada, ahí yo tuve la oportunidad de hacer reportería en Arauca. Difícil allá la cobertura por bueno, por la presencia de los grupos armados. Nadie quiere hablar, difícil, pues es complicado, pero se logró una crónica interesante que fue parte de esa primera temporada. La segunda temporada se produce junto a la revista Semana y el proyecto Migración Venezuela en alianza”, cuenta.

Las historias -explica- se enfocaron en el impacto ocasionado por la pandemia en los niños venezolanos, sobre todo aquellos que llegan incluso sin acompañamiento a Colombia.

“Ahí desarrollamos una serie de podcast y específicamente el Premio Simón Bolívar se le otorga a una serie de crónicas y de textos que desarrollamos. Por mi parte, en Bogotá, con el tema de la apatridia, porque hace algunos años el gobierno colombiano decretó que los niños venezolanos que nacieran en una fecha en específico podrían ser nacionales colombianos. Pero, digamos, que ese decreto no se estaba cumpliendo”, explicó Sulbarán.

Un migrante cubriendo migración

“Para un migrante cubrir migración es prácticamente hablar de sí mismo”, dice el periodista, quien muchas veces tuvo que hacer una pausa en el trabajo para poder desahogarse y continuar con su labor.

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“Obviamente, uno siendo migrante siente y vive, extraña igual a la persona que tú estás entrevistando (…) He hablado con muchos caminantes (…) hay situaciones diferentes, pero uno se identifica con ellos y uno sabe exactamente qué es lo que está pasando. Estás en sus zapatos y, por eso mismo, a veces es muy duro”, cuenta Rafael, a quien su trabajo se le ha convertido también en un compromiso con su gente.

Por ahora, se siente muy tranquilo en Colombia. Confiesa que extraña su país, pero sabe que la situación “aún es muy complicada” y sobre todo, para el periodismo.

“Los grandes medios prácticamente no existen ya y hemos tenido que evolucionar», afirma. «De cierta forma, es positivo porque han salido muchos medios digitales. Con cooperación internacional, con ayudas, donaciones, han salido a flote (…) Pero en el ejercicio como tal, cada día [es] más difícil. La dictadura o el régimen de Maduro toma los espacios en la calle y es prácticamente imposible hacer una reportería sana”.

Para este venezolano del estado de Zulia, aunque el panorama es complicado, la esperanza sigue viva.

«Yo digo que algún día tenemos que salir de esto y que sea por bien», concluye, sin descartar que pueda algún día ganar un premio en su tierra.

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