Los directores de Migración de Colombia, Costa Rica y Panamá se reunieron, el 1 de noviembre en la capital panameña, con el fin de revisar la crisis migratoria que se ha venido presentando en la región como consecuencia de la migración irregular de ciudadanos de diferentes nacionalidades.

Vía Migración Colombia

Al término del encuentro, el cual contó con la participación, como observadores, de una delegación de los Estados Unidos y la presencia de funcionarios de la Cancillería colombiana, las autoridades migratorias de los tres países establecieron una serie de propuestas enfocadas en proteger al migrante, mientras se combate a las redes de tráfico de migrantes y trata de personas.

De acuerdo con el Director General de Migración Colombia, Fernando García Manosalva, es necesario pensar en la creación de corredores humanitarios o rutas seguras que permitan contrarrestar las consecuencias del contraflujo de migrantes venezolanos y el represamiento de éstos en los países de la región.

Una opción, indicó García Manosalva, sería el diseño y la implementación de un corredor humanitario seguro que comprendiera un trayecto marítimo desde Puerto Obaldía (Panamá) hasta Necoclí (Colombia) y un trayecto terrestre desde este punto en Colombia hasta la frontera con Venezuela.

El Director de Migración Colombia, señaló que es necesario pensar en promover medidas como el Estatuto Temporal de Protección a otros países, con el fin de facilitar la integración de poblaciones migrantes con vocación de permanencia.

Así mismo recordó que aquellos migrantes venezolanos beneficiarios del PPT que ingresen irregularmente a otro país perderán su condición y dejarán de ser amparados por el Estatuto de acuerdo con el numeral 2, artículo 15 del Decreto 216.

Otras de las propuestas derivadas de este diálogo entre autoridades migratorias son:

1. Institucionalizar con periodicidad anual las conferencias ministeriales regionales sobre los flujos migratorios irregulares. Asimismo, fortalecer los procesos regionales de diálogo en el marco de la Conferencia Sudamericana de Migraciones (CSM) y la Conferencia Centroamericana y Norteamericana sobre Migración (CRM).

2. Establecer un observatorio regional de flujos migratorios.

3. Establecer un grupo de trabajo conformado por Colombia, Panamá, Costa Rica y Estados Unidos, en el que se adelanten reuniones periódicas, de seguimiento e intercambio de información sobre este tema.

4. Diseñar una estrategia conjunta de pedagogía para los migrantes con el fin de alertar sobre los riesgos asociados al tránsito terrestre por el Tapón del Darién y contrarrestar las informaciones falsas acerca de la migración hacia Estados Unidos.

5. Solicitar el apoyo de la OIM para elaborar un mapeo de empleos temporales en la región. También, revisar con dicha organización los inconvenientes actuales en la prestación del servicio de ‘retorno voluntario’ para migrantes de nacionalidad venezolana.

6. Fortalecer el diálogo entre autoridades de defensa/seguridad con el objetivo de combatir las redes delincuenciales asociadas al tráfico y la trata de personas. E incluir a las fiscalías/procuradurías de los 4 países en la conversación.

7. Con el apoyo de Estados Unidos, realizar un llamado regional a donantes con el objetivo de aumentar la capacidad de respuesta de los países de tránsito.

Se espera que el próximo 9 de noviembre, las autoridades migratorias de Colombia, Costa Rica y Panamá, se vuelvan a encontrar, esta vez, para establecer cuáles serán las propuestas a implementar con el fin de poder atender la actual crisis migratoria que vive la región.