Miles de jóvenes han dejado Venezuela los últimos años para huir de la crisis y perseguir sus sueños en otra parte. La historia de Glass Marcano, sin embargo, es más inesperada.
Hace tres meses la joven de 24 años vendía fruta con su madre en Yaracuy, en el centro-oeste de Venezuela. Salió por primera vez de su país de forma rocambolesca y ahora se hace selfies con la Torre Eiffel de fondo.
Y también colecciona elogios en francés.
«Es una joven extremadamente talentosa, trabajadora e inteligente que tendrá una gran carrera», vaticina en diálogo con BBC Mundo Romain Fievet, de la orquesta Paris-Mozart, que junto a la Filarmónica de la capital francesa organizaron el concurso para mujeres directoras «La Maestra».
Ese fue el inicio de unos frenéticos meses de la directora venezolana.
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