Freddy Lira tenía la esperanza de recomenzar su vida en EEUU. FOTO referencial LUIS ACOSTA-AFP
POR CAROLA BRICEÑO para EN FRONTERA.
La inhóspita ruta de la selva del Darién se cobró la vida de otro migrante venezolano que, ante la crisis humanitaria compleja que atraviesa su país y la imposibilidad de tener documentación expedida oportunamente para su movilización, se vio forzado a pasar por la zona que divide a Colombia de Panamá.
Freddy Lira Martínez partió de Valencia en un viaje que, de acuerdo con lo previsto, con múltiples escalas y días de trayecto le llevara a Estados Unidos, su segundo destino migratorio y donde tenía un familiar que le esperaba.
Su primera parada fue en Cúcuta, donde estaban unos «asesores internacionales» que reunirían a un grupo de venezolanos que tenían la decisión de pasar por la selva del Darién para continuar una ruta por otros seis países antes de arribar a su destino.
Durante el trayecto dentro de Colombia, siempre mantuvo la comunicación con su familia, incluso llegó a enviarle fotos del pueblo de Necoclí y sus autoridades, con las que se habría retratado como recuerdo de su paso por la zona.
En el lugar habría esperado hasta que las condiciones fuesen favorables. Le dijo a su familia que el trayecto no sería más de dos días, pero tras llegar a un primer punto en la entrada de la selva debieron demorar nuevamente la salida porque la lluvia no cesaba.
La última vez que habló con su familia, Freddy, un exagente de la policía de Carabobo, prometió que la desconexión sería solo de entre 8 y 12 horas, tiempo que preveían caminar para llegar a otro campamento. A partir de ese momento, no hubo más contacto. Tampoco hay información de qué fue exactamente lo que le sucedió dentro de la húmeda selva de 575.000 hectáreas.
El pasado viernes, horas después de que Lira Martínez había hecho contacto con su familia, un usuario de la plataforma Kwai subió un video en el que se le ve temblando en medio de la selva, donde habría sido abandonado por quienes iban con él en el recorrido. Las imágenes servían para que se pudiera difundir y sus familiares conocieran lo que sucedía.
La difusión fue efectiva. Al siguiente día el señor Freddy Lira, padre de Lira Martínez, recibió una llamada de la novia de su hijo. «Venga rápido para mi casa», es lo que recuerda que le escuchó. No había duda, en las imágenes estaba su hijo con lo que consideraban que podía ser una hipotermia.
Desde ese momento la angustia e incertidumbre invadió a la familia. No había quién diese información oficial y confiable. Le llegaron mensajes de personas que señalaron que supuestamente había sido auxiliado.
«Antier y ayer se le quitó la fiebre. Está así porque estaba mojado y full fiebre. Comió. Está en Caledonia. Se le avisó ACNUR Panamá y con la guardia de Panamá salieron a buscarlo. Eso es barro y barro. Quedó ahí estable. Vea si se puede localizar a alguien de ACNUR Panamá campamento», decía uno de los mensajes que le enviaron, según reveló Freddy Lira padre a www.enfrontera.com
Sin embargo, confirmar cualquier versión que recibieron fue una tarea infructuosa. La familia no consiguió contacto con instituciones oficiales ni con fuentes confiables hasta el lunes, después de tratar durante dos días, por distintas vías y a través de personas que colaboraban, de que alguien del Estado panameño o de las organizaciones internacionales, les hiciera la caridad de decirles, al menos, «le vamos a ayudar a saber si llegó al campamento o si lo trasladaron a un hospital».
Difundieron mensajes en redes sociales con la foto de Freddy, suplicando que alguien en la zona del Darién les contactara si sabían algo. Dos días de angustia y de no querer volver a ver el video que debía igual difundirse porque era la única prueba que tenían de las condiciones que presentó en el trayecto de la selva.
Ante el silencio y la falta de respuesta institucional, la esperanza de la familia era recibir información por redes sociales, que desde los campamentos que hay en la zona alguien publicara una prueba que indicara si estaba allá o no.
Justamente después del mediodía del lunes, la familia se enteró de fatal desenlace mediante imágenes que circularon en grupos de Facebook.
Freddy Lira, de 39 años, oriundo de Valencia, falleció en medio de tierra de nadie, un territorio en el que ni Colombia ni Panamá tienen capacidad de garantizar la seguridad de las miles de personas que transitan por esa ruta en busca de protección y un futuro en un país donde puedan trabajar y obtener un salario digno por su esfuerzo.
Conoce un poco más en contexto a través del portal: En Frontera
Facebook Comments