Andrew Selee, presidente del Instituto de Políticas de Migración, señaló que no existe conexión entre el aumento de la criminalidad en países como Colombia y Perú y la migración venezolana. A su juicio  la mayoría de delitos que cometen los venezolanos son los llamados ‘delitos de desesperación’. Según explicó en un reportaje de el diario el Tiempo de Bogotá, son robos por no tener para alimentar a su familia y los cometen sobre todo los que están en la frontera y los que van de tránsito, sin empleo.

La declaración de Selee pone en manifiesto la necesidad de adoptar medidas para proteger e integrar a los venezolanos. Esta población vulnerable es carne de cañón para mafias organizadas que se dedican a actividades criminales como microtráfico, trata de personas, prostitución y delincuencia común.