Censura y bloqueo: ¿es posible hacer periodismo en Venezuela?

junio 28, 2022

Hilda Lugo Conde, jefe de información de El Nacional, moderó este 27 de junio un Twitter Space auspiciado por la Revista SIC en el que los periodistas César Batiz, Mariengracia Chirinos y Laura Helena Castillo reflexionaron acerca de los desafíos del periodismo venezolano para hacer frente a la censura.

Por DAVID MATOS        

Los comunicadores aseguran que el Día del Periodista es una fecha  para conmemorar ese periodismo que día a día se reinventa para continuar trabajando en alianza, en conjunto, en pro de construir historias de calidad que conecten con la gente y, además, con la hiper localidad y rigurosidad que ofrece el ecosistema de medios venezolanos.

Una realidad en cifras

Mariengracia Chirinos, periodista e investigadora de Prodavinci, precisa la desaparición de 83% de los medios impresos en el país entre 2013 y 2021, y solo la circulación de dos medios de alcance nacional, uno en el estado Falcón y otro en el estado Aragua. “El periódico, como diario, desapareció prácticamente de Venezuela. A los ciudadanos les queda la alternativa digital. Datos oficiales de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) dice que la mitad de la población no tiene acceso a internet. Es decir, aunque ha habido una mejoría de acceso al servicio, ha desmejorado el número de suscripciones. No suplimos completamente la necesidad informativa en las plataformas digitales”, asegura.

Mariengracia Chirinos, periodista e investigadora de Prodavinci.
Foto Twitter.

 Chirinos explica que gran parte de la población se comunica a través del boca y boca y la alternativa que ofrecen aplicaciones como Whatsapp; alternativas que dan pie a la circulación de contenidos en su mayoría no verificados y sin ningún tipo de rigor periodístico que ofrece a la sociedad una realidad descontextualizada o desvirtuada. “La realidad se encuentra hoy día fragmentada en parte por la virtualidad, y aunque es una tendencia global, en Venezuela ocurre por acciones de censura, autocensura y por razones económicas”, explica.

Asimismo reconoce nuevas iniciativas digitales y medios alternativos como El Bus Tv que hace frente a la rápida circulación de información acerca de hechos difundidos, a través de las redes sociales, que no responden a un periodismo de largo aliento. “El gran esfuerzo que hacen los medios en Venezuela deja un registro de lo que sucede en el país. La reflexión y el reto que tienen los periodistas es cómo explicar temas complejos y poner en la agenda temas que están siendo discutidos y necesitan una mirada con apoyo de los expertos de otras disciplinas para presentar un diagnósticos y delinear desafíos frente a diferentes circunstancias”, asevera. 

En casi una década dejaron de imprimirse 93 medios, nueve de ellos en contexto de pandemia. De 108 medios impresos en 2013, solo quedaban 16 en junio de 2021. Chirinos considera que otro desafío es retomar un periodismo hiper local con pluralidad de voces especializadas, a través de historias que conecten con la gente, y con altos niveles de calidad periodística y criterios de autonomía e independencia que exige el ejercicio.  

 

Cambiemos la dinámica

El medio de comunicación independiente El Bus TV cambió su estrategia durante la pandemia luego que fuese imposible para sus periodistas subir a los autobuses para informar a los pasajeros acerca de los acontecimientos que forman parte de su presente social de referencia. Desde su creación en mayo de 2017, este medio alternativo pretende defender el derecho a la información con base en el periodismo offline, hiper local y de servicio.

Laura Helena Castillo, co fundadora de El Bus TV. Foto cortesía.

Laura Helena Castillo, periodista y cofundadora de El Bus TV, recuerda que debieron estudiar la mejor estrategia para compartir la información entre los ciudadanos, y lograron inspirarse con la propuesta del papelógrafo, promovida por el medio digital El Pitazo. “Nos vimos en la necesidad de decir: ‘lamentamos si no quieren escucharlo, pero llevaremos la información frente a un abasto, en una pared o frente a la ventana de sus casas’, pero lo importante para nosotros era que nos leyeran, que la información llegase a esos lugares donde no había acceso”, afirma.

Castillo asegura que el periodismo se encuentra en una encrucijada en la que si no estudian la manera de cómo acoplarse al cambio de las dinámicas informativas en Venezuela, estarán destinados a desaparecer, y para ello es necesario escuchar la opinión y los intereses de las audiencias. 

La periodista asegura que las nuevas generaciones perdieron las referencias informativas que años atrás la sociedad conocía gracias a los medios tradicionales; inclusive recuerda que muchas personas desconocen el término de la censura y sus consecuencias.

“Otra cosa que la gente nos pide son las buenas noticias. Aunque podemos traducir estas peticiones como noticias relacionadas con jornadas de despistaje de enfermedades, maratones y jornadas deportivas en las comunidades, también hay noticias relacionadas con denuncias comunitarias que son recibidas con gran interés”, dice.  

El Bus TV circula entre ocho y diez estados del país, y sus periodistas hacen cobertura para hechos que suceden en un perímetro de un kilómetro con la intención de cumplir con la modalidad de hiper localidad necesaria y responder a los intereses informativos de las comunidades. “Otros canales son la posibilidad de hacer piezas periodísticas con criterios. Por ejemplo, si seleccionamos un tema con nuestras mentes envejecidas y un periodista de 30 años decide divulgarlo a través de un Tik Tok, el reto para esta persona se convierte en un proceso de compartir creativo, pero este compartir debe pensarse para que ofrezca un contenido que informe y eduque a nuestras audiencias”, asegura. 

¿Es posible hacer periodismo en Venezuela?

Para César Batiz, director y cofundador de El Pitazo, no es fácil hacer periodismo en Venezuela, pero es necesario hacerlo pese a la censura, el bloqueo y la poca penetración en Internet. “Por eso debemos celebrar la resiliencia y la persistencia de los periodistas venezolanos por lo que hemos hecho y lo que vamos a hacer desde Venezuela y cualquier otra parte del mundo para Venezuela”, dice.

César Batiz, director de El Pitazo. Foto Twitter.

Considera que, a pesar de no contar con la cobertura y la capacidad de medios de comunicación social que cambiaron o desaparecieron como Últimas Noticias y Radio Caracas Televisión, respectivamente, se suman esfuerzos para construir un periodismo de calidad que resulta necesario en períodos de transición y adversidad. 

 “Nosotros pudimos apagar las luces de El Pitazo en diciembre de 2017, cuando nos bloquearon, pero decidimos buscar otras formas de llegarle a la audiencia. Hace tiempo formábamos a los ciudadanos con la difusión de volantes entre las comunidades para enseñarlos a reconocer información con pluralidad de fuentes y hechos contrastados”, recuerda.

Batiz precisa un alcance de tres millones de personas a pesar de los bloqueos, y cómo algunas informaciones difundidas alcanzan más de 1.800 comentarios. 

Por su parte, Mariengracia Chirinos asegura que los periodistas tienen el desafío de generar confianza entre sus ciudadanos; ciudadanos que construyen digitalmente su propio menú informativo ante un contexto de crisis que lleva a las personas a comunicarse para resolver temas “estrictamente puntuales”, una situación que deja en segundo o tercer plano la necesidad de estar informado.

“Es necesario enseñar referencias informativas y, también, compartir criterios periodísticos para formar ciudadanos críticos. ¿Cómo el periodismo puede ser útil? En un contexto plural donde las voces sean contrastadas”, asegura.

Un aporte de Hermanos Venezolanos

Leandro Buzón, miembro del movimiento Hermanos Venezolanos, considera el periodismo como una pieza clave de la democracia para continuar denunciando y visibilizando las violaciones de Derechos Humanos. A su vez, rescata la importancia del periodismo ciudadano como un proceso de organización y motorización de la sociedad civil; un ejercicio que se construye profesionalmente y sirve como forma de lucha. “Al final, buscamos mirar el periodismo como un eje para la búsqueda de la verdad y exigir justicia y vivir dignamente”, reitera.

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